Desde 1987, el 28 de mayo busca visibilizar los desafíos de salud que enfrentan las mujeres en todo el mundo.
La iniciativa surgió en una reunión de la Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe (RSMLAC) en San José, Costa Rica.
El día sirve como recordatorio de que la salud de las mujeres es un derecho humano esencial que debe ser garantizado a lo largo de su ciclo vital.
A nivel de la UE, Sirpa Pietikäinen, Copresidenta de la Eurocámara para la Salud de la Mujer señala que:
« Hasta ahora, la salud de la mujer ha sido descuidada, empezando por las células madre, los diferentes mecanismos de salud, la investigación, los síntomas y enfermedades típicos de cada género, como la osteoporosis, los problemas de salud reproductiva, los trastornos de la memoria, algunas enfermedades endocrinas, así como el diferente impacto de los fármacos en las mujeres. Además, con frecuencia, factores sociales y de otro tipo que afectan a las mujeres y su salud, como la monoparentalidad o una vida más larga, pueden pasar desapercibidos, por lo que existe un alto riesgo de que se subestime la salud de la mujer y de que se les preste poca atención en nuestros sistemas de salud. Es hora de poner fin a esto. Necesitamos una política común de salud femenina en la UE».
