El abordaje de los riesgos psicosociales con una perspectiva de género requiere tener en cuenta el conflicto trabajo-familia (CTF) o doble presencia en el actual contexto socioeconómico.
El Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST) publicó dos Notas Técnicas de Prevención, la NTP 1.185 y la NTP 1.186, con el objetivo de clarificar cómo el CTF o doble presencia actúa como riesgo psicosocial desde el ámbito laboral.
«La interacción entre el trabajo remunerado y el trabajo doméstico-familiar a menudo no se ha estudiado desde la prevención de riesgos laborales por considerar que el espacio laboral y el doméstico-familiar son ámbitos estancos y separados. Sin embargo, las responsabilidades, demandas y tiempos que requieren ambos ámbitos funcionan como vasos comunicantes que se interfieren mutuamente.
Diversas investigaciones han mostrado para España datos que corroboran una dedicación desigual a las tareas doméstico-familiares no remuneradas, presentando un patrón en el que los hombres dedican más tiempo que las mujeres al trabajo remunerado y menos que ellas a las tareas domésticas y de cuidados, siendo las mujeres las que suman en total mayor número de horas dedicadas al trabajo, tanto remunerado como doméstico y de cuidados (Artazcoz, et al. 2004; Larrañaga et al., 2004, Eurofound, 2018)».